jueves, 22 de octubre de 2015

GRASAS PARA TU CEREBRO Y NO SÓLO PARA TUS RULITOS



GRASAS PARA TU CEREBRO Y NO SÓLO PARA TUS RULITOS


  Cuerpos esculturales, fitness los llaman ahora, cincelados a base de trabajo duro y constante en el gimnasio y una alimentación equilibrada. Es una obsesión de los tiempos que corren: tener una silueta perfecta. Pero, claro, la perfección no significa lo mismo para unos que para otros. 

  Conseguirlo requiere además de cierta planificación y, sobre todo, de mucha información. Lamentablemente, lo que suele suceder es lo contrario: hay tanta información circulando por la red de redes, que al final, acabamos más perdidos de lo que estábamos antes de empezar. Por ejemplo, uno de los 'rumores' nutricionales que solemos encontrar en numerosos artículos, y en algunas dietas, es el mito de que las grasas son perjudiciales para nuestra silueta. Aparece una luz roja que no deja de parpadear: ¡¡¡Peligro, peligro!!! A ver, vayamos por partes, las grasas son necesarias para nuestro organismo y, aunque no hay que abusar, tampoco se deben reducir drásticamente. La salud debería estar por delante de cualquier cuerpo de anuncio o de cualquier competición fitness, sin embargo, en ocasiones no es así.

  Pero no sólo es importante controlar el aporte de grasa, la calidad de la misma también resulta relevante, ya que existe una estrecha relación entre la ingesta de grasa y el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y metabólicas. Así, el aceite de oliva y muchos frutos secos (avellanas, nueces, almendras, etc.) son ricos en ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados. En el caso de las avellanas y almendras, existe una gran presencia de ácido oleico, alrededor del 70% de los ácidos grasos presentes.

 El ácido oleico posee efectos beneficiosos sobre la salud cardiovascular, debido a que aumenta el llamado colesterol bueno (HDL) y disminuye el colesterol malo (LDL) en sangre, por lo que se reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. La LDL es en realidad una lipoproteína que contiene en su interior colesterol libre (80%). Un exceso de estas moléculas acaba lesionando el endotelio y se va acumulando en las paredes de las arterias. En cambio, las HDL, son lipoproteínas sintetizadas en el hígado, que nacen vacías y van 'recogiendo' el colesterol libre y el adherido a las placas de ateroma. Finalmente, son eliminadas a través del hígado.

  Asimismo, presenta efectos beneficiosos sobre la salud hepática y previene la formación de cálculos biliares.




 Su contenido en antioxidantes (Vitamina E, Tocoferol) es considerable. En cuanto a las nueces, destacar que son ricas sobre todo en grasas poliinsaturadas de tipo omega 3, mientras que el ácido oleico (grasa monoinsaturada) sólo representa alrededor del 15%.

  No debemos olvidar que nuestro cerebro es un gran porcentaje grasa. La mielina es una membrana grasa que aísla cada nervio en el cerebro y la médula espinal como si de una funda de plástico se tratara. Esta envoltura garantiza la transmisión normal de los mensajes nerviosos de una parte del cuerpo a otra. 

  Los lípidos constituyen la principal fuente de energía de nuestro organismo y ejercen una función protectora de nuestros órganos internos. Me parece a mí que estas son razones más que suficiente para no eliminar o disminuir radicalmente la grasa de nuestra dieta. Reflexionemos sobre esto y no convirtamos en cierto el mito de que a un cuerpo musculado no le acompaña una mente afilada. Consumamos grasas monoinsaturadas y poliinsturadas y ejercitemos nuestra materia gris.




3 comentarios:

  1. Son muchas buenas razones para comer grasa, no creo que nadie les tenga miedo después de leer esto :) a comer todos nueces para los exámenes !!

    PD: A mí, me encantas tus rulitos ;)

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  2. Muy cierto. Parece que más que intentar o promover que las personas se cuiden, la sociedad y la publicidad conciencian para tener cuerpos "perfectos" e imposibles, siendo realistas.

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